En los momentos más difíciles, es cuando más tenemos que utilizar nuestro manejo de emociones.
Recientemente recibí una noticia que no solo me levantó de la silla, sino que me sacudió emocionalmente. Viviendo un mayo casi perfecto, por poco esa emoción se va al piso. Mientras escuchaba la información que me brindaban, mi mente no paraba de decir: "calma, todo estará en control". Y así fue.
Puse en práctica lo que tanto le enseño a mis Entes Positivos: (1) respira profundo, (2) maneja tus emociones y (3) aclara tus pensamientos. Desde entonces, la calma me ayudó a pensar en alternativas al problema que estaba presentando y con la ayuda de seres extraordinarios resolví lo que en un dos por tres me sacudió la alegría.
Recuerden, la calma es nuestra mejor aliada en momentos de desespero, tristeza y coraje. Practícala.
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